Guión
de un monólogo
Hey family, muy buenas y cordiales noches, noches a todos los presentes, a todos los que habéis tenido… ummh… de eso, de venir a escusharme. Porque hay que tener bien puestos los ummh…, vamos, tenerlos cuadraos. Hoy les voy a hablar un tema, que ahorita mismo, es un deporte nacional, que es ir un finde de Turismo Rural. Antes se llamaba ir al puto pueblo. Yo lo he vivido y no soy tan viejo, aunque peine alguna canilla, eh...
Pues bien, la diferencia es que si vas a tu pueblo es gratis, y si haces Turismo Rural vas a un pueblo que no es tuyo y pagando una pasta gansa. Para hacer Turismo Rural no vale cualquier pueblo. Tiene que ser un pueblo con encanto, un pueblo que tu creas que no lo conoce nadie, que no salga ni en el mapa del Cortinglé. Aunque ya el programa Callejeros seguro que ha estado. Vamos, segurísimo.
Volvamos a la cuestión. ¿Y qué es un pueblo con encanto? Pues un pueblo que sale en una Guía de pueblos con encanto, digo yo. Si es que se cae por su propio peso, amiguetes. Vamos, no hay que sacarse ningún máster en la Universidá de Mishigan pa averiguarlo...
A estos pueblecitos se suele llegar a través de una carretera comarcal con encanto, que es una carretera con tantos baches y tantas curvas, que cuando llegas al puto pueblo ya estás hasta los cojones y estás encantao de bajarte y estirar las patas, bueno, las piernas.
Y cuando entras al bar del pueblo, intentas integrarte con los vecinos. Un pueblo con encanto, solamente tiene que tener un bar, sólo uno y punto pelota. Pues entras en el bar con energía, con ganas de ser uno más del pueblecito, de la comarca:
- ¡¡¡Buenos días, paisanos!!! ¿Qué es lo típico de aquí?
Y el del bar piensa:
- Pue azquí, lo ma típico, ez que vengan lo gilipolla de la ziuda lo fine de zemana, a dejarse dozienta o trezienta mir pezeta.
Normalmente en los pueblos con encanto, no se hacen todavía las cuentas en leuros.
El siguiente paso, es alojarse en una casa rural o casa con encanto, que es una casa adornada con muchas vasijas y ristras de ajos en el tesho, que no tiene ni tele, ni radio, ni microondas. Del puto wifi, ni lo sueñes, eh... Vamos, que si tu equipo juega ese finde un partido importante, pishita, no te enteras de na. Es como si estuvieras aislado en la casa de Gran Hermano, pero sin la patética Mercedes Milá de vez en cuando. Además, no ganas nada de pasta, ni tu novia, después ponerte unos pitones que no veas, después de verla follando con dos o tres concursantes, se desnudará en el Interviú.
Eso sí, la casa con encanto tiene unos mosquitos trompeteros, que por la noche hacen más ruido que una Derbi Coyote. Yo, particularmente, estoy haciendo un estudio para comprobar si existe filing entre los mosquitos trompeteros y las moscas cojoneras.
Luego te das cuenta de que los habitantes del pueblo viven en unas casas que no tienen ningún encanto, pero tienen jacuzzi, antena parabólica, conexión a Internet y hasta portero automático. Como para llamarlos catetos. Tiene pelotas la cosa. Y eso si, van a ver el partido en una peaso televisión de plasma, tapaditos en su mesa camilla, cosa vital en cualquier pueblo, sea con encanto o sin encanto.
Volvamos a la casita rural que hemos alquilao a precio de finde en París. Por supuesto no tiene portero automático, pero tiene una llavecita que pesa medio kilo. Como ya no se llevan las llaves colgadas en un llavero en la parte delantera del pantalón, te la metes en el bolsillo y los pueblerinos chismorrean entre ellos:
- Gagón la leshe, la ma de dio salá, os habéi fijao en er shico de la ziudá, que ze le nota en er pantalón, que ya la tiene morzillona, es un ezcándalo. O no zerá, que el la caza rurá, están roando una peli porno, y er mushashote e er prota y ya está preparao pa luego.
Claro, llevas ese peaso llave en el pantalón, y parece quillo, que tienes la trócola más dura que las columnas de la Alameda. Si es que le sacan estos pueblerinos doble sentio a todo, aunque tiene toa su gracia. Distinto, es cuando están hablando de tu parienta:
- Gervasio, ta fijao bien en la niña con er pelo colorao con risitos, la der pantalón cortízimo, que ze le ven toa la gasha...
- Zi, que paza, Herminio, eztá güena, eh...
- Que za tenio que meté una loganiza en er shosho, no le ve er cordón blanco, que ze le zale por la raja der minipantalón.
- Herminio, que hay que moernizarze. Que mi nieta Pepa, que eztuvo en la ziudá, ahora, cada ve que empiesa la matansa dentro de zu coño, ze mete uno palote con hilo blanco en to er shumino...
Pero la ventaja que tiene hacer Turismo Rural, es que puedes elegir entre una casa vacía o vivir con los dueños. ¡¡Tequiyá!! Te vas de vacaciones, no un finde, sino quince días con tu shuski o con tu family, y además de la tuya, tienes que aguantar una familia postiza. Ellos sin tienen tele y que por la noche tú quieres ver la película, ellos los documentales, la noria o el pograma de la Copla, y te planteas: ¿Quién cojones manda más, yo que he pagado 650 € o este señor con boina postiza encajada a rosca en su cabezón y garrote rociero que vive aquí? Pues gana él, que pa eso tiene garrote.
Y encima te dicen que tienes la posibilidad de integrarte en las labores del campo. Que quiere decir que te despiertan a las cinco de la mañana para ordeñar a una vaca y tienes que echarle pienso o no se que a los coshinos, con lo bien que huelen los hioputa. ¿No te jode? Es como si te vas a una gasolinera y te tienes que poner tú la gasolina, o como si vas a un McDonalds, Burger Kuin o Pans Company, y tienes que recoger tú la bandeja. O sea, lo normal. Vamos, una puta mierda.
Así que te levantas con tus legañas mojoneras y todo a las cinco de la mañana para ordeñar a las vacas. Que digo yo: ¿por qué hay que ordeñar a las putas vacas tan temprano? Si la leche está ahí, coño. ¿No se pueden ordeñar después del aperitivo? Yo creo que esto es fastidiar por fastidiar, porque a la vaca le tiene que sentar como una patada en las ubres, que la despierten a las cinco de la mañana para que le toque las tetas un extraño. Que la vaca te mira como diciendo: Tío, si quieres leche vete a la puta nevera y coge un tetra brick. Es que son ganas de molestar.
Pero el encanto definitivo son las actividades al aire libre. Como cuando te ponen a hacer senderismo, que es lo que habitualmente se llama andar, y consiste, pues eso, en poner un pie delante de otro, hasta que no puedas más, mientras los del pueblo te adelantan en un todoterreno 4x4, último modelo con aire acondicionado... Eso si, te dan tu bastón de senderismo, sin el, no está haciendo senderismo ni na.
Pero tú encantado. Vas por el campo como abducido por la naturaleza. Te vuelves bucólico y todo te parece impresionante: ves una caca de vaca y sueltas: Ummmmmh qué olor a pueblo. ¿A pueblo? ¿A pueblo? Será almacántaro, a pueblo no, huele a puta mierda. Eso sí, a mierda con encanto.
Y todo, sea lo que sea, te sabe a gloria bendita: en el mesón te ponen dos huevos fritos con su shorizo pueblerino y tú en tu ciudad no te comes estos huevos, ni estos shorizos. Y le dices al camarero:
- Oiga ¿a qué este shorizo es de matanza?
Y te contesta el tabernero:
- Pue cazi cazi, porque a punto estuvo de matarze en la curva, er compadre der camión de Campofrío, zabe usté.
De repente oyes unas campanadas y dices:
- ¡Ah! ¡Qué paz! No hay nada como el sonido de una campana.
Y el del bar te dice:
- ¡Pero zi eztá grabao! ¡¡Leñe!! ¿No ve er artavo der campanario, cohone?
Ya no ves ni campanario, ni Belén Esteban, ni pollas en vinagre. En ese momento te preguntas si los sonidos de las gallinas y de los grillos no vendrán en un CD: Rural Mix2005, Los 101 Mayores Éxitos campestres. De lo único que estás completamente seguro, es de que los mosquitos trompeteros son de verdad. Vaya si son de verdad. Que a las dos horitas, pareces un Ferrero Roché con varicela.
Yo creo que, de lunes a viernes, la gente de estos pueblos vive como todo el mundo, pero el fin de semana, distribuyen por la carretera a unos tíos disfrazados de pastores y cuando ven que se acerca un coshe, avisan a los del pueblo con el móvil: ¡Eh, rápidito, daos prizita, que vienen los der turismo rurá!
Y cambian el cartel der Videoclub por el de Tasca, sueltan unos perros cojos por las calles y sientan a la entrada del pueblo a dos agüelos, unicejos, con un gato acostao encima de los ojos, con sus boinas postizas haciendo alpargatas, que luego te compras unas y te salen más caras que unas Nike.
En fin, yo creo que un montaje tan grande como éste, no puede ser obra de personas aisladas. Estoy seguro de que están implicadas las autoridades. Me imagino al señor alcalde en la plaza del pueblo:
- Querio paizanos: ezte verano, pa incrementá er turizmo, vamo a importá má mozquito picapelota der Amazona, que el año pazao tuvieron musho ézito. Y quiero ve a to er mundo con boina, na de gorrita de Marboro. ¡Y hazé er favó de pintao el entrezejo, que no parezéi der pueblo! Y la agüela na de top le en er río, que ezpantái a los mozquito… Ah, y por zierto: Ezte año, no haze farta que naide haga de tonto der pueblo. ¡Con lo que vienen de lo afuera ya vale, de zobra! ¡Que puta verdad es esta!
Bueno, se acabó mi humilde opinión sobre el Turismo Rural, que aunque puede estar bien, no es tan bonito, bohemio y todo lo demás como parece. Tener cuidaito si vais un finde. Ah, se me olvidaba, no veáis Posesión infernal antes, sino, no vais nunca en vuestra puta vida, a una casa rural, os lo aseguro.
Bueno muchachada, público expectante, el pescao ya está vendio por hoy. Gracias, gracias, muchas gracias a todos y a todas. Muchas y sinceras gracias por todo, por haber reído algunos a mandíbula desencajada. Hasta la próxima amiguetes, pecadores de la pradera, ha sido un auténtico placer. Ahorita mismo pasaré la gorrilla.
Pues bien, la diferencia es que si vas a tu pueblo es gratis, y si haces Turismo Rural vas a un pueblo que no es tuyo y pagando una pasta gansa. Para hacer Turismo Rural no vale cualquier pueblo. Tiene que ser un pueblo con encanto, un pueblo que tu creas que no lo conoce nadie, que no salga ni en el mapa del Cortinglé. Aunque ya el programa Callejeros seguro que ha estado. Vamos, segurísimo.
Volvamos a la cuestión. ¿Y qué es un pueblo con encanto? Pues un pueblo que sale en una Guía de pueblos con encanto, digo yo. Si es que se cae por su propio peso, amiguetes. Vamos, no hay que sacarse ningún máster en la Universidá de Mishigan pa averiguarlo...
A estos pueblecitos se suele llegar a través de una carretera comarcal con encanto, que es una carretera con tantos baches y tantas curvas, que cuando llegas al puto pueblo ya estás hasta los cojones y estás encantao de bajarte y estirar las patas, bueno, las piernas.
Y cuando entras al bar del pueblo, intentas integrarte con los vecinos. Un pueblo con encanto, solamente tiene que tener un bar, sólo uno y punto pelota. Pues entras en el bar con energía, con ganas de ser uno más del pueblecito, de la comarca:
- ¡¡¡Buenos días, paisanos!!! ¿Qué es lo típico de aquí?
Y el del bar piensa:
- Pue azquí, lo ma típico, ez que vengan lo gilipolla de la ziuda lo fine de zemana, a dejarse dozienta o trezienta mir pezeta.
Normalmente en los pueblos con encanto, no se hacen todavía las cuentas en leuros.
El siguiente paso, es alojarse en una casa rural o casa con encanto, que es una casa adornada con muchas vasijas y ristras de ajos en el tesho, que no tiene ni tele, ni radio, ni microondas. Del puto wifi, ni lo sueñes, eh... Vamos, que si tu equipo juega ese finde un partido importante, pishita, no te enteras de na. Es como si estuvieras aislado en la casa de Gran Hermano, pero sin la patética Mercedes Milá de vez en cuando. Además, no ganas nada de pasta, ni tu novia, después ponerte unos pitones que no veas, después de verla follando con dos o tres concursantes, se desnudará en el Interviú.
Eso sí, la casa con encanto tiene unos mosquitos trompeteros, que por la noche hacen más ruido que una Derbi Coyote. Yo, particularmente, estoy haciendo un estudio para comprobar si existe filing entre los mosquitos trompeteros y las moscas cojoneras.
Luego te das cuenta de que los habitantes del pueblo viven en unas casas que no tienen ningún encanto, pero tienen jacuzzi, antena parabólica, conexión a Internet y hasta portero automático. Como para llamarlos catetos. Tiene pelotas la cosa. Y eso si, van a ver el partido en una peaso televisión de plasma, tapaditos en su mesa camilla, cosa vital en cualquier pueblo, sea con encanto o sin encanto.
Volvamos a la casita rural que hemos alquilao a precio de finde en París. Por supuesto no tiene portero automático, pero tiene una llavecita que pesa medio kilo. Como ya no se llevan las llaves colgadas en un llavero en la parte delantera del pantalón, te la metes en el bolsillo y los pueblerinos chismorrean entre ellos:
- Gagón la leshe, la ma de dio salá, os habéi fijao en er shico de la ziudá, que ze le nota en er pantalón, que ya la tiene morzillona, es un ezcándalo. O no zerá, que el la caza rurá, están roando una peli porno, y er mushashote e er prota y ya está preparao pa luego.
Claro, llevas ese peaso llave en el pantalón, y parece quillo, que tienes la trócola más dura que las columnas de la Alameda. Si es que le sacan estos pueblerinos doble sentio a todo, aunque tiene toa su gracia. Distinto, es cuando están hablando de tu parienta:
- Gervasio, ta fijao bien en la niña con er pelo colorao con risitos, la der pantalón cortízimo, que ze le ven toa la gasha...
- Zi, que paza, Herminio, eztá güena, eh...
- Que za tenio que meté una loganiza en er shosho, no le ve er cordón blanco, que ze le zale por la raja der minipantalón.
- Herminio, que hay que moernizarze. Que mi nieta Pepa, que eztuvo en la ziudá, ahora, cada ve que empiesa la matansa dentro de zu coño, ze mete uno palote con hilo blanco en to er shumino...
Pero la ventaja que tiene hacer Turismo Rural, es que puedes elegir entre una casa vacía o vivir con los dueños. ¡¡Tequiyá!! Te vas de vacaciones, no un finde, sino quince días con tu shuski o con tu family, y además de la tuya, tienes que aguantar una familia postiza. Ellos sin tienen tele y que por la noche tú quieres ver la película, ellos los documentales, la noria o el pograma de la Copla, y te planteas: ¿Quién cojones manda más, yo que he pagado 650 € o este señor con boina postiza encajada a rosca en su cabezón y garrote rociero que vive aquí? Pues gana él, que pa eso tiene garrote.
Y encima te dicen que tienes la posibilidad de integrarte en las labores del campo. Que quiere decir que te despiertan a las cinco de la mañana para ordeñar a una vaca y tienes que echarle pienso o no se que a los coshinos, con lo bien que huelen los hioputa. ¿No te jode? Es como si te vas a una gasolinera y te tienes que poner tú la gasolina, o como si vas a un McDonalds, Burger Kuin o Pans Company, y tienes que recoger tú la bandeja. O sea, lo normal. Vamos, una puta mierda.
Así que te levantas con tus legañas mojoneras y todo a las cinco de la mañana para ordeñar a las vacas. Que digo yo: ¿por qué hay que ordeñar a las putas vacas tan temprano? Si la leche está ahí, coño. ¿No se pueden ordeñar después del aperitivo? Yo creo que esto es fastidiar por fastidiar, porque a la vaca le tiene que sentar como una patada en las ubres, que la despierten a las cinco de la mañana para que le toque las tetas un extraño. Que la vaca te mira como diciendo: Tío, si quieres leche vete a la puta nevera y coge un tetra brick. Es que son ganas de molestar.
Pero el encanto definitivo son las actividades al aire libre. Como cuando te ponen a hacer senderismo, que es lo que habitualmente se llama andar, y consiste, pues eso, en poner un pie delante de otro, hasta que no puedas más, mientras los del pueblo te adelantan en un todoterreno 4x4, último modelo con aire acondicionado... Eso si, te dan tu bastón de senderismo, sin el, no está haciendo senderismo ni na.
Pero tú encantado. Vas por el campo como abducido por la naturaleza. Te vuelves bucólico y todo te parece impresionante: ves una caca de vaca y sueltas: Ummmmmh qué olor a pueblo. ¿A pueblo? ¿A pueblo? Será almacántaro, a pueblo no, huele a puta mierda. Eso sí, a mierda con encanto.
Y todo, sea lo que sea, te sabe a gloria bendita: en el mesón te ponen dos huevos fritos con su shorizo pueblerino y tú en tu ciudad no te comes estos huevos, ni estos shorizos. Y le dices al camarero:
- Oiga ¿a qué este shorizo es de matanza?
Y te contesta el tabernero:
- Pue cazi cazi, porque a punto estuvo de matarze en la curva, er compadre der camión de Campofrío, zabe usté.
De repente oyes unas campanadas y dices:
- ¡Ah! ¡Qué paz! No hay nada como el sonido de una campana.
Y el del bar te dice:
- ¡Pero zi eztá grabao! ¡¡Leñe!! ¿No ve er artavo der campanario, cohone?
Ya no ves ni campanario, ni Belén Esteban, ni pollas en vinagre. En ese momento te preguntas si los sonidos de las gallinas y de los grillos no vendrán en un CD: Rural Mix2005, Los 101 Mayores Éxitos campestres. De lo único que estás completamente seguro, es de que los mosquitos trompeteros son de verdad. Vaya si son de verdad. Que a las dos horitas, pareces un Ferrero Roché con varicela.
Yo creo que, de lunes a viernes, la gente de estos pueblos vive como todo el mundo, pero el fin de semana, distribuyen por la carretera a unos tíos disfrazados de pastores y cuando ven que se acerca un coshe, avisan a los del pueblo con el móvil: ¡Eh, rápidito, daos prizita, que vienen los der turismo rurá!
Y cambian el cartel der Videoclub por el de Tasca, sueltan unos perros cojos por las calles y sientan a la entrada del pueblo a dos agüelos, unicejos, con un gato acostao encima de los ojos, con sus boinas postizas haciendo alpargatas, que luego te compras unas y te salen más caras que unas Nike.
En fin, yo creo que un montaje tan grande como éste, no puede ser obra de personas aisladas. Estoy seguro de que están implicadas las autoridades. Me imagino al señor alcalde en la plaza del pueblo:
- Querio paizanos: ezte verano, pa incrementá er turizmo, vamo a importá má mozquito picapelota der Amazona, que el año pazao tuvieron musho ézito. Y quiero ve a to er mundo con boina, na de gorrita de Marboro. ¡Y hazé er favó de pintao el entrezejo, que no parezéi der pueblo! Y la agüela na de top le en er río, que ezpantái a los mozquito… Ah, y por zierto: Ezte año, no haze farta que naide haga de tonto der pueblo. ¡Con lo que vienen de lo afuera ya vale, de zobra! ¡Que puta verdad es esta!
Bueno, se acabó mi humilde opinión sobre el Turismo Rural, que aunque puede estar bien, no es tan bonito, bohemio y todo lo demás como parece. Tener cuidaito si vais un finde. Ah, se me olvidaba, no veáis Posesión infernal antes, sino, no vais nunca en vuestra puta vida, a una casa rural, os lo aseguro.
Bueno muchachada, público expectante, el pescao ya está vendio por hoy. Gracias, gracias, muchas gracias a todos y a todas. Muchas y sinceras gracias por todo, por haber reído algunos a mandíbula desencajada. Hasta la próxima amiguetes, pecadores de la pradera, ha sido un auténtico placer. Ahorita mismo pasaré la gorrilla.
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