sábado,
30 de octubre de 2004
Guión
de un monólogo
Hola,
muy buenas noches, noches a todos y a todas. Es sábado, ya he quedado para salir por la noche. A la 1:30 en casa de un amigo, y de ahí a una fiesta. Si mi madre, que en paz descanse, se enterara, a la 1:30, a esa hora llevaría ella tres horas ya dormidita. Y es que, reconozco, esas no son horas de salir, como diría ella, la juventud podríamos ponernos de acuerdo y salir antes, para que después no nos dieran las ocho de la mañana en la calle. Y por el calor que hace en Sevilla no es. Es que a las 22:30 hace la misma calor que a las dos de la mañana. Pero claro, a las 22:30 entras en un bar aquí en Sevilla y te dan la escoba para que vayas barriendo y poniendo en orden las mesas, mientras llega el personal.
En verano fui un día a una terraza por la zona de la expo, vamos, de La Cartuja, no digo cual es, para no dar publicidad gratuita, eh... Bueno, pues llegué a la una, yo creo que es una hora muy propia para llegar a cualquier sitio con ambiente. Bueno, no nos confundamos, que aquí en Sevilla me he dado cuenta, que los sitios con ambiente son un poquillo para gente de personalidad distraída. A lo que iba, llegué a la terracita y no había nadie, le pregunté a una camarera, por supuesto, la más cañón: Oye, esto a que hora se ambienta. Ella, sonriente, como es su obligación, me contestó: sobre las 4 o 4:30 más o menos. ¡¡coño!!
En verano fui un día a una terraza por la zona de la expo, vamos, de La Cartuja, no digo cual es, para no dar publicidad gratuita, eh... Bueno, pues llegué a la una, yo creo que es una hora muy propia para llegar a cualquier sitio con ambiente. Bueno, no nos confundamos, que aquí en Sevilla me he dado cuenta, que los sitios con ambiente son un poquillo para gente de personalidad distraída. A lo que iba, llegué a la terracita y no había nadie, le pregunté a una camarera, por supuesto, la más cañón: Oye, esto a que hora se ambienta. Ella, sonriente, como es su obligación, me contestó: sobre las 4 o 4:30 más o menos. ¡¡coño!!