El
granadino Paco Martínez fue jugador del FC Barcelona (1977/82), palabras
mayores, perteneciendo a la productiva cantera blaugrana, muy
complicada en aquellos años. Luego jugó en la UD Salamanca (1982/83),
RCD Mallorca (1983/85), Real Murcia (1985/86) y UE Figueres (1986/88).
El relato me pareció muy bien escrito y de muy fácil lectura (como a mi me gusta), a la vez que muy humano, detallando lo que muy pocos conocen de lo que hay detrás del telón del ídolo de tu equipo de fútbol. No todo es color de rosas, ni mucho menos. Ha sido muy bonito poder saber todas esas vicisitudes del chaval que llega desde fuera con un sueño que poquísimos consiguen.
Lo he contado varias veces, pero me sigue impresionando las vueltas que da la vida, en la que el secreto, por lo menos para un servidor, está en no desfachecer nunca, pase lo que pase. Cuando yo era niño recuerdo que cada vez que venía el Barça a Sevilla a jugar con el Real Betis Balompié o Sevilla FC, yo iba siempre al hotel a pedirle firmas a los jugadores blaugranas. Recuerdo a Paco Martínez que, además de ser un gran centrocampista, era una persona simpática, que no tenía el ego por las nubes y era inalcanzable para los niños que queriamos su autógrafo.
Con el paso de los años, Paco Martínez es un gran amigo, me lee y comenta mis artículos de prensa (Diario de Triana), monólogos o poemas, además de tener mi libro VIAJE EN PRIMERA: El amor inesperado es el real. Ahora es el bueno de Paco, el que tiene mi firma.
Para terminar, quiero reseñar a Antonio Martínez Díaz, hermano de Paco, al que hace referencia en el relato y está comenzando a escribir. He leído un relato que me ha enviado y creo, que si lo pule un poquito, tiene las puertas abiertas del maravilloso y también muy duro, mundo literario.
El relato me pareció muy bien escrito y de muy fácil lectura (como a mi me gusta), a la vez que muy humano, detallando lo que muy pocos conocen de lo que hay detrás del telón del ídolo de tu equipo de fútbol. No todo es color de rosas, ni mucho menos. Ha sido muy bonito poder saber todas esas vicisitudes del chaval que llega desde fuera con un sueño que poquísimos consiguen.
Lo he contado varias veces, pero me sigue impresionando las vueltas que da la vida, en la que el secreto, por lo menos para un servidor, está en no desfachecer nunca, pase lo que pase. Cuando yo era niño recuerdo que cada vez que venía el Barça a Sevilla a jugar con el Real Betis Balompié o Sevilla FC, yo iba siempre al hotel a pedirle firmas a los jugadores blaugranas. Recuerdo a Paco Martínez que, además de ser un gran centrocampista, era una persona simpática, que no tenía el ego por las nubes y era inalcanzable para los niños que queriamos su autógrafo.
Con el paso de los años, Paco Martínez es un gran amigo, me lee y comenta mis artículos de prensa (Diario de Triana), monólogos o poemas, además de tener mi libro VIAJE EN PRIMERA: El amor inesperado es el real. Ahora es el bueno de Paco, el que tiene mi firma.
Para terminar, quiero reseñar a Antonio Martínez Díaz, hermano de Paco, al que hace referencia en el relato y está comenzando a escribir. He leído un relato que me ha enviado y creo, que si lo pule un poquito, tiene las puertas abiertas del maravilloso y también muy duro, mundo literario.
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